OBRA
La obra de Emilia Ortiz, surge en México como una de las explosiones más perfectas del eco de un trabajo más hecho en la intimidad, apenas murmurante, sin alardes, sin complicidades publicitarias, pero definitivamente total en su grandeza, deslumbrante (...)
De la pintora: una trayectoria más de autodidacta que academismos. Un frenesí de lirismo que desposa paisajes marinos y de rugosa orografía; fauna, flora y minerales como un sueño o como verismo, cielos solares, de perfumes campesinos, y gentes, rostros del contorno diario, ancestrales o del presente.
Experimentaciones en el surrealismo humorístico e irónico cuya veta baña los primeros años de su formación de caricaturista; además incursiones en el abstraccionismo, en el rigor de colorido, línea y alma. Es decir del expresionismo al geometrismo, pero siempre y radicalmente Emilia Ortiz en una poética personalísima, donde la voluntad de la pintura a manera de manantial brota de un hálito de mágica cotidianidad y sorpresa.
Luis Mario Schneider